In memoriam (DEP 2 octubre de 2023)
te quiero regalar un regalo
en el día del Padre;
espero que no sea malo:
va para ti, el mejor Padre.
no sé, más maravillosa,
pero eso ya me da miedo,
y precisamente por eso no puedo
prometerte, Papaíto,
más de lo que puedo
ofrecer
sin vender
lo que no puedo vender.
esto poco que te doy
porque hoy por hoy
mucho mucho,
es lo que yo te quiero a ti:
el padre gracias al que nací;
y crecí;
y aprendí…… los pocos buenos principios que hoy sigo
–que bien pocos son, amigo.Porque lo poquito que sé
en efecto, de ti lo aprendí;
al principio no me lo creí,
pero la niñez se fuey, Dios mío, Padre:
bien le irá a quien a tus consejos se agarre;
hay que ver lo sabio que eres,
las cosas todas son como tú dijeres.“Todo está relacionado”.
Cuanto más me lo decías
menos caso te hacía:
me creía excusado
de las relaciones que en el mundo son;
algo así como si un avión
volar pudiera sin aire
haciéndole un desaire
a las leyes de la gravedad
que este mundo rigen en verdad.
Y más.
“Tu pecado es el de la soberbia”.
El pecado de Satanás.
Y en verdad
que si de sobrevivencia
tengo alguna posibilidad
es a la vigilia de esa advertencia.
En fin.
Qué te puedo decir, Papá,
si, junto a Madre,
habéis sido para mí como el maná,
–la contradicción al “se matará”
que algunos, no pocos,
pronunciaron en tiempos
más o menos remotos.
Gracias a vosotros
todavía me tienen que aguantar los otros:
todavía vivo; estoy vivo,
me habéis mantenido vivo;
porque sin vosotros
no hubiera podido aguantar a los otros
–y me hubiera suicidado:
de antemano me hubiera entregado.
Ay papaíto papaíto
te quiero más
–valga la antítesis–
más que a mi hijito
–ése que no tengo,
ni a este paso tendré.
Y otra cosa más:
un mal hijo
–yo, por ejemplo, que tan mal me rijo–
no menoscaba a un buen Padre.
Jamás de los jamases
–aunque mil mal tragos tomases.
Así que ánimo,
mirada al frente y adelante
que no tienes de qué quejarte
–no por lo que a ti respecta–:
fuera esa mirada circunspecta,
y a vivir
con ganas de vivir.
Vamos, piedra angular
de esta familia
no me vayas ahora a recular
ante un par de problemillas.
Así que yo te rindo homenaje,
amigo Padre,
en este día del Padre:
muchas felicidades.
Ignacio,
a mucha honra tu hijo
Escribir un Comentario